miércoles, 21 de enero de 2015

EN INVIERNO EN BENIDORM, CAZA

¿Que hacer en invierno, con el mal tiempo que lo caracteriza, en una playa?. Esta pregunta la contestan de muchas formas en las guías de turismo pero nunca veo que inviten a la CAZA.

Caza fotográfica por supuesto. Que respetando la naturaleza y a los animales y nidos se puede hacer siempre. Y puesto que hay mas cámaras que personas ¿porque no incluir esta actividad en los folletos turísticos?

Incluso el día mas frío y desapacible de temporal, tenemos el escenario perfecto. Playas e islas desiertas, restos de la mar en las playas, ausencia total de humanos, y las "víctimas";  que en este caso serán modelos de altos vuelos, sin cobrar por posar y desafiando al cazador con la mejor imagen, que siempre se persigue pero pocas veces se logra.
Pero, ¿y lo divertido que es?. Desde que se invento la digital se puede uno pasar el día disparando y luego saber escoger para mostrar el trofeo. Además de disfrutar de la soledad de los parajes, y la ilusión de fusilar carroñeros voladores que aparte de su belleza en vuelo, tienen pocas simpatías en general.
Por los desperdicios humanos, los que mas abundan son palomas y gaviotas, y estas sin duda son mas fáciles de "cazar" por el tamaño y el descaro en el vuelo y el posado. Eso porque son conscientes de su habilidad y su fuerza, y son capaces de acercarse hasta la agresividad, con ese aire altanero y desafiante.
De la Playa de Levante de Benidorm podríamos ir a la isla de enfrente a cazarlas en su habitat protegido donde se saben seguras. Además de practicar la caza submarina, que esa es otra.
Para este trofeo solo hace falta una sencilla compacta, pero saber acercarse con mucho cuidado y sin aspavientos. Y desde luego ni en broma en época de cría, donde por su nido se lanzan en picado y el susto está garantizado con la agresividad y los graznidos. Picos y patas lanzados a esa velocidad, son de pánico.
Y una situación así en lo alto de un acantilado como los de la Sierra Gelada, puede ser trágico por tratar de evitar el ataque. Esta de la foto está avisando con graznidos de que no me acerque. Las otras son capaces de unirse en un segundo y atacar en escuadrilla provocando un buen percance.
Recordemos que todas las gaviotas son salvajes. El que formen parejas para toda la vida,  adornen estampas marineras, y figuren como amigas de marineros perdidos etc no quita para reconocer, que son supervivientes, que lo mismo se zampan una rata ó cualquier pájaro pequeño en vuelo y sus huevos,  o basura y restos comestibles de cualquier tipo. Si las palomas se reconocen como ratas voladoras, estas no creo que anden muy lejos.
Pero volvamos a la playa, mas tranquila, y aprovechemos un buen desayuno en alguna de las innumerables cafeterías, antes de seguir la jornada de caza por otros parajes.  Café, tostadas, churros y hasta chocolate, con una simple chupa y un gorrito por si llueve. Es una gozada de calma pensando en el frío del interior.
Estas aves forman estructuras organizadas y mas complejas de lo que parece. Por eso colonizan zonas que ofrezcan la mínima posibilidad de supervivencia desplazando a otras aves menos poderosas. Estas de la foto, de momento van al centro del pueblo, y las seguimos hasta el mirador del Castell que se ve a la izquierda. 
Y nos recibe la imagen de la creme de la creme. Estamos en la miniterraza del Hotel Venecia de 5 estrellas. Que también en los desperdicios hay clases. Y esta es muy alta. Son como ladrones de guante blanco, que pueden pescar en mar abierto con mala mar, pero prefieren estar por donde hay abundancia sin trabajar. El que inventó lo de pájaro de cuidado debía pensar en estos.
El estar tan cebada con la carta tan selecta hace que me pueda acercas y zas. A la tarjeta de memoria. Con su buche lleno y el gran Benidorm a sus pies. 
La verdad es que no solo el hotel es de lujo, es que la ubicación también. Desde aquí se está a una altura mas accesible a las aves y se puede variar mas el punto de vista por la altura sobre el mar.
Esta ocupa otra jerarquía y permanece mas apartada regalándonos una vista similar a la que encabeza mi blog. Al fondo la Sierra Gelada y el Rincón del Loix, con el sol a mi espalda ya al ocaso. 
Y aquí otro trofeo de alto estanding, nada menos que huesped de la Iglesia de San Jaime. Así pasa que se tira graznando desde lo alto como si fuera el defensor de la plaza, desierta en este día de invierno. Yo estoy dispuesto a terminar el reportaje en estos pocos metros cuadrados de Benidorm, pero si se pone así, igual le disparo de verdad. 
Quizás su compañera lanzada como un relámpago sobre la playa del Mal Pas, mostrando su dominio del aire sobre la imponente pared de piedra que protege la playa y la hace única y con mas encanto de la zona. Auténtico refugio para bañistas de invierno y enamorados de todo tiempo.
Como esta pareja que navega junta por el viento de poniente, pero que curiosamente solo permanece unida en tiempo de cría, el resto del año van por libre. Cosas de pájaros, ya se sabe. 
También los cazadores nos diferenciamos en estos lances. Los que matan, porque de lo que mas valoran es un buen perro de caza. Los que fotografiamos porque contamos con mejores ojeadores humanos que ayudan muchísimo.
Esta por ejemplo, te la avisa la gente ó la compañía en cuanto se percatan de que persigues piratas y ladrones. Y es muy divertido cuando otros posibles paseantes se apuntan voluntarios a ayudar en la localización de "víctimas".

Vamos que a diferencia de la otra caza, aquí se disfruta mas de la compañía porque lejos de ser una competencia, es una ayuda. En esta imagen alguien se ha dado cuenta de que el ave repite la secuencia de vuelo y te avisa para que esperes y la caces hasta con un móvil por la cercanía.
En la distancia sin embargo la cosa cambia y es mejor un teleobjetivo mas potente y buen pulso.  Lo que ocurre es que en este reportaje he querido ceñirme a un corto paseo en Benidorm, y en la mayoría de fotos incluyo fondos fácilmente reconocibles por cualquiera. Aparte de primeros planos donde estorbarían. 
Y con este trofeo termino. Con el Bali al fondo y la Playa de Poniente en su final.
Esto ha hecho que el paseo sea muy diferente al del cazador y para mi mas divertido. Y la satisfacción enorme de dejar las presas vivas para otro que venga después. Eso si, la paella que tengo encargada cae. ¿Por unos 10 euros me voy a molestar en pelar y cocinar una de estas?. Ni hablar