domingo, 4 de febrero de 2018

RAYOS DE SOL EN INVIERNO

"Frío polar", nada menos, dicen los informes meteorológicos de estos días de Enero. Hielo, nieve y viento hasta en Canarias. Así es que hay dos opciones; ó abrigarse bién y hacer vida normal aunque caigan chuzos de punta, ó como en mi caso, buscar en mi archivo fotos de invierno, pero de días menos terribles.
Y me encuentro alguna como esta donde la playa desierta invita a pasear su orilla, contemplar el vacío a pesar de la fama de playas abarrotadas de veraneantes, y en fin buscar motivos para alimentar el instinto depredador del cazador de imágenes.
Mirando a un lado, la silueta inconfundible de Benidorm, y a mi espalda....sintiendo el calor del sol sobre mi espalda vestida de negro.
La camiseta negra se recalienta con el tibio sol casi navideño y me incita a cazarlo para exhibirlo cuando lo estime oportuno. Y va a ser ahora.
Ahora que me acuerdo de ese consejo fotográfico, que probablemente sea el mas repetido por todo el mundo: "Para fotografiar evitar el sol en la toma y dejarlo siempre a la espalda del fotógrafo"
Pero claro; esta norma es para no pecar, pero lo divertido casi siempre es transgredir la norma, y hoy toca pecar. Por buscar contraluces y sombras ó solo por incordiar y pasar los limites con la técnica.
O ¿por que no? por casualidad. ¿A quien no le ha salido una foto como esta sin saber ni como?.
Dejemos al astro rey descansando en la palmera, y supongamos el tremendo interés de repente por repetir la toma cuando uno quiera
Lo primero es darse cuenta de que el sol ocupa una pequeñísima parte del fotograma. Lo que indica que en la cámara hay un objetivo gran angular puesto. Por eso el sol queda mucho mas lejos aparentemente de lo que está en realidad. Como la isla de Benidorm que se ve-de milagro- entre los troncos de palmera.
¿Y los famosos rayos de sol?. Aunque podría pensarse en que las hojas de la palmera hagan de filtro y den ese efecto, en realidad es interno de la càmara.
Las palas metálicas que configuran casi todos los diafragmas, al cerrarse al máximo hacen que el sol rebote en el interior y se multiplique la refracción de esa manera tan vistosa.
Con lo que ya tenemos la formula. Que aplicada aquí, se reduce a una delgada estela sobre el mar, que no achicharra la foto, a la vez que agranda el espacio. La isla queda muy pequeña, pero la idea era captar al sol.
Si aplicaramos un filtro neutro, ó una simple gafa muy oscura, tendríamos un interesante claro de luna. Que es realmente lo que se ve en el cine, sin filmar necesariamente a la luz de la luna real.
Y sobre los rayos, al ser propios de la máquina por dentro, solo podemos aprovechar lo que cada uno tenga. Aparte de jugar con el so entre pequeñas fisuras para tratar de obtener un efecto parecido.
En este caso "hemos puesto" al sol colandose por la separación entre los dos toldos que conforman el vertice.
Que por cierto corresponden a la biblioteca de playa donde se pueden pasar largas horas de lectura ó jugando al ajedrez. Sobre tarima de madera y ...gratis
El resto es solo componer. En este caso cerrando el minimo espacio para dejar limpios los rayos.
O acompañar simplemente a este bellezón solitario en la playa.

 Y si nos esperamos a que el sol se vaya a dormir, y tenemos un soporte firme para apoyar la cámara. Todavóa se aprecian, aunque mucho mas débiles los rayos.
Un segundo mas tarde,  la luz en las nubes, nos da otro efecto cromático. Aqui se cae el sol literalmente por lo que hay que componer y disparar a la carrera.
Aprovechando la rendija entre el nubarrón y el mar. Con el juego de luces y sombras sobre la arena y las olas.
Adios, la ciudad me llama. Hace frío, hace viento, y la sensación térmica invita a buscar el calor de una cafetería con música, de las muchas que hay animadas a estas horas, y ver los "trofeos" del día.  Salud