Y dice el cura parroco de Yaiza, D. Andrés Lorenzo Curbelo:
«El 1º de Septiembre (de 1730) entre las nueve y diez de la
noche la tierra se abrió de pronto cerca de Timanfaya a dos
leguas de Yaiza. En la primera noche una enorme montaña se
elevó del seno de la tierra y del ápice se escapaban llamas que
continuaron ardiendo durante diez y nueve días. Pocos días
después un nuevo abismo se formó y un torrente de lava se pre-
cipitó sobre Timanfaya, sobre Rodeo y sobre una parte de
Mancha Blanca. La lava se extendió sobre los lugares hacia el
Norte, al principio con tanta rapidez como el agua, pero bien
pronto su velocidad aminoró y no corría más que como la miel.
Pero el 7 de Septiembre una roca considerable se levantó del
seno de la tierra con un ruido parecido al del trueno, y por su
presión forzó la lava, que desde el principio se dirigía hacia el
Norte a cambiar de camino y dirigirse hacia el NW y WNW.
La masa de lava llegó y destruyó en un instante los lugares de
Maretas y de Santa Catalina, situados en el Valle. El 11 de
Septiembre la erupción se renovó con más fuerza, y la lava
comenzó a correr. De Santa Catalina se precipitó sobre Mazo,
incendió y cubrió toda esta aldea y siguió su camino hasta el
mar, corriendo seis días seguidos con un ruido espantoso y for-
mando verdaderas cataratas.En la primera foto el lugar a la izquierda donde se hacen las demostraciones del calor que esixte bajo los piés. Y un coche blanco en la distancia. En esta imagen detalle de la lava solidificada que cayó y enterro poblaciones enteras.
Pequeñas localidades llenas de vida y que se vieron terminar su mundo y su vida en un instante. De las que no quedó ni rastro.
En la foto se ve el autobus lleno de pasajeros casi cubierto por las paredes de lava, y que al circular entre las paredes que lo cubren a tramos, dan una idea de la magnitud de la tragedia, y a la vez un poco de miedo, sabiendo que el fuego y la amenaza siguen vivas y muy cerca.
Es curioso, como ante la enorme desolación del paisaje casi lunar sin signos de vida, unos hablan de final por la destrucción y otros de vida por el renacer del nuevo mundo desde las cenizas. Y la verdad es que entre navegar por este terreno en autobus ó dromedario, la presencia y uilidad del animal da cierto consuelo a la soledad. Uno se reconforta se acomoda en la joroba y le cae la mar de simpático el animal por esa vida que desprende.
Pasa lo mismo que cuando el ojo capta los primeros brotes verdes en medio del desierto de roca. Que para el resto de fotos uno deja de lado la desolación de la roca y se enamora del verde que empieza a crearse en el desastre.
Y don Andrés el parroco sigue escribiendo con precisión durante los dias en que esto sucedía, de los volcanes que nacen, los pueblos que desaparecen y hasta de los peces que se cuecen literalmente en el mar al llegar la lava.
Y que se presenta en infinidad de colores y texturas de forma que dan a este Parque Natural un alto valor para geólogos y vulcanólogos. La verdad es que el acceso está muy restringido al turismo a fin de preservar esta riqueza científica. Solo hay rutas a pi y en bici, pero no en automobil, y los turistas nos conformamos con el paseito en dromedario y estos buses naranjas, que parecen a veces comidos entre la escoria.
La verdad es que la visita de un día es muy poca. La fragilidad de un mundo que termina como un trueno, y de los cientos y miles de años necesarios para que se genere vida, no se "captan" en unas pocas horas. Ni hablar. Aquella película antigua "El turismo es un gran invento" es mentira. Para los comerciantes si, pero para enterarse de algo cuesta mas.
No es un parque temático, es real. Son siglos de vientos y soles, ausencia total de agua dulce y un equilibrio tan frágil que asusta. El viento ha traido la vida desde el norte de Africa casi donde nos encontramos, y a la vez ya ha desgastado muchas aristas de montañas y alguna espora y semilla.
Primero han sido líquenes como estos amarillos, y de muchos colores mas, los que han colonizado la roca pelada y dura. Y de momento creo que se cuentan solo unas doscientas especies de plantas.
Estos pequeños puntos de verdor hay que pensar que sobreviven solo con la humedad que trae el viento del mar y poco mas, porque la lluvia en este desierto es muy excasa y casi imposible de retener al no haber un suelo fértil.
Precisamente por estas características han existido dos animales providenciales para la vida de los pobladores de estas tierras. Uno la cabra por su tremenda utilidad viviendo en climas áridos y proporcionando leche, carne, cuernos, pieles etc y comiendo de milagro.
El otro el dromedario, el cual llegó nadando desde la costa africana amarrado a las barcas que medio manejaban aquellos marineros de secano sin nociones de navegación ningunas.
Para aquellos primitivos, sin duda norteafricanos, que ni conocian la rueda, ni tejían, y que solo sabemos que eran altos y fuertes, la vida era de milagro. Y si encima contamos con los secuestros por parte de piratas, es dificil que los turistas ocasionales se enteran del todo. Pero hay mas.
En este siglo se producen una nueva erupción en 1824, de
las que también existen documentos escritos de testigos pre-
senciales. Entre ellas destaca la del cura de San Bartolomé,
don Baltasar Perdomo, en el que explica la actividad de los
tres volcanes que surgieron: Tao, Volcán Nuevo del Fuego
y Tinguatón. Los procesos eruptivos comenzaron el 31 de
Julio de 1824, en el volcán de Tao. Le siguió el volcán
Nuevo del Fuego (también llamado Chinero) el único repre-
sentante de esta fase eruptiva situado dentro de lo que hoy
es el Parque Nacional de Timanfaya, con una erupción al
parecer muy violenta. Por último el volcán de Tinguatón
hizo erupción un anochecer. La actividad volcánica cesó
hacia el 25 de Octubre de ese mismo año.
Aquí es don Baltasar, el cura de San Bartolomé, el que nos pone en mano una cronica imparcial y exacta de lo que vivió en directo. Otra tragedia cada vez mas cercana y que va formando este paisaje lunar y extraordinario.
Y de nuevo la cronica terrible de otra tragedia similar y casi en los mismos términos asepticos de uno de los que sobrevivieron al desastre.
Que casualmente también es clerigo y que sin embargo escribe como notario sin hacer votos a dios ni al diablo, ni ver virgenes ni castigos divinos.
Lo que escriben estos lo copio de la guia oficial del parque de Timanfaya, y a lo mejor no se ajusta exactamente al original. Pero con esta salvedad lo que leo es que no le encuentro nada que denote los sentimientos de los narradores.
Pensando en esta historia real y grandiosa, para mi, y no se si seré el único, esa fila de dromedarios con todo su color parece ser engullida por la ceniza negra y desaparecer como aquellos de entonces sin dejar rastro.
Yo desde luego sería incapaz de simplificar en una linea como la de esa duna el final de una caravana de vidas tan prometedoras. Es terrible. La tierra se traga a si misma y ...¿ya está?
Me niego. Prefiero detener la imagen al borde de la extinción de la vida. ¿O será eso que dicen de que pasa tu vida por delante en fracciones de segundo?. Lo único que se sabe es que la tierra no devuelve a los que acoge al final.
Pienso que quizas la durísima vida de aquellas gentes en aquella isla y en ese tiempo, ni siquiera encaontraran explicaciones en creencias religiosas ante la magnitud de la naturaleza. Quizás el miedo, ó puede que la tremenda inseguridad les llevara a contar lo justo sin añadir ni quitar opiniones ni sentimientos.
Solo sabemos porque los hombres de ciencia nos lo enseñan, que de aquella desolación, y en cualquier rincón donde la piedra le de cobijo, parece de nuevo la vida. Cualquier hongo primero aprovecha la piedra y asociado a un alga basica, da lugar a un liquen que empieza a colorear de vida el desierto mas absoluto si hay oxígeno.
Por fin las plantas verdes empiezan a aparecer y a iluminar la sombras. Viendo estas fotos donde sentía la necesidad de sacar verde para animar el espiritu, parece que aquello fuera un vergel, pero no. Es porque la escasez de vida es muy dura a no ser que uno viva en la luna ó en un planeta de esos de los que solo tenemos fotos.
Tampoco fotografío gente porque no veo la forma de acoplar en un paisaje así a la masa multicolor y la algarabía del turista actual. y menos con niños a los que no les dicen bastante lo que están viendo y donde están.
Desde luego hay que decir que la excelencia turística se la tiene ganada de sobra la gente de cualquier nivel que se ocupa del turismo. Que por otra parte es el único sustento por ahora de los lanzaroteños y lanzaroteñas. El minimo deterioro de este fragil ecosistema acabaría con la isla y casi todas las Canarias. Porque si, son Afortunadas pero duras de mantener.
Y una observación última, visto lo visto, y en mi humilde opinión, es la necesidad ó casi obligación de enseñar esto a los escolares y jóvenes. Creo que deben conocer en directo este comienzo y final de la vida, para que entiendan didacticamente como funciona, y lo que les conviene. El futuro de todos está en que sepamos extraer enseñanzas de donde no hay casi nada.
¿Lunatico? tampoco sabeis si alguna foto es de la Luna.
Que casualmente también es clerigo y que sin embargo escribe como notario sin hacer votos a dios ni al diablo, ni ver virgenes ni castigos divinos.
Lo que escriben estos lo copio de la guia oficial del parque de Timanfaya, y a lo mejor no se ajusta exactamente al original. Pero con esta salvedad lo que leo es que no le encuentro nada que denote los sentimientos de los narradores.
Pensando en esta historia real y grandiosa, para mi, y no se si seré el único, esa fila de dromedarios con todo su color parece ser engullida por la ceniza negra y desaparecer como aquellos de entonces sin dejar rastro.
Yo desde luego sería incapaz de simplificar en una linea como la de esa duna el final de una caravana de vidas tan prometedoras. Es terrible. La tierra se traga a si misma y ...¿ya está?
Me niego. Prefiero detener la imagen al borde de la extinción de la vida. ¿O será eso que dicen de que pasa tu vida por delante en fracciones de segundo?. Lo único que se sabe es que la tierra no devuelve a los que acoge al final.
Pienso que quizas la durísima vida de aquellas gentes en aquella isla y en ese tiempo, ni siquiera encaontraran explicaciones en creencias religiosas ante la magnitud de la naturaleza. Quizás el miedo, ó puede que la tremenda inseguridad les llevara a contar lo justo sin añadir ni quitar opiniones ni sentimientos.
Solo sabemos porque los hombres de ciencia nos lo enseñan, que de aquella desolación, y en cualquier rincón donde la piedra le de cobijo, parece de nuevo la vida. Cualquier hongo primero aprovecha la piedra y asociado a un alga basica, da lugar a un liquen que empieza a colorear de vida el desierto mas absoluto si hay oxígeno.
Por fin las plantas verdes empiezan a aparecer y a iluminar la sombras. Viendo estas fotos donde sentía la necesidad de sacar verde para animar el espiritu, parece que aquello fuera un vergel, pero no. Es porque la escasez de vida es muy dura a no ser que uno viva en la luna ó en un planeta de esos de los que solo tenemos fotos.
Tampoco fotografío gente porque no veo la forma de acoplar en un paisaje así a la masa multicolor y la algarabía del turista actual. y menos con niños a los que no les dicen bastante lo que están viendo y donde están.
Desde luego hay que decir que la excelencia turística se la tiene ganada de sobra la gente de cualquier nivel que se ocupa del turismo. Que por otra parte es el único sustento por ahora de los lanzaroteños y lanzaroteñas. El minimo deterioro de este fragil ecosistema acabaría con la isla y casi todas las Canarias. Porque si, son Afortunadas pero duras de mantener.
Y una observación última, visto lo visto, y en mi humilde opinión, es la necesidad ó casi obligación de enseñar esto a los escolares y jóvenes. Creo que deben conocer en directo este comienzo y final de la vida, para que entiendan didacticamente como funciona, y lo que les conviene. El futuro de todos está en que sepamos extraer enseñanzas de donde no hay casi nada.
¿Lunatico? tampoco sabeis si alguna foto es de la Luna.
Preciosas fotografias, Carlos. Tu texto me hace pensar en este mundo en el que vivimos que hasta es dificil conservar los "destrozos" naturales. Somos un bicho bien raro y molesto. Un hongo y un alga se juntan y a vivir tan ricamente sobre una piedra pero nosotros donde vamos la cagamos.
ResponderEliminarSaludo
Buenas noches Miguel, siento haber tardado en contestar pero no me dejaba "esto". Y si es mala la comunicación humana con los chismes, lo que dices con la nauraleza es el remate final. Es verdad que nos peleamos por una piedra en vez de colaborar en arar la tierra.
EliminarGracias por comentar y un abrazo.
Cómo he disfrutado con tu extraordinario reportaje fotográfico, con los detalles que cuentas y las antiguas crónicas. He recordado con todo detalle mi visita hace años a aquel lugar único que retratas tan bien como el lugar entre la vida y la muerte, eso que siempre es la realidad y que todos deberíamos conocer como tal, como bien apuntas.
ResponderEliminarGrcias y saludos.
Buena noches Alfonso, me alegro de traerte recuerdos de este paraiso tan delicado a pesar de su apariencia. Que nunca se sabe si da un paso adelante en riqueza de vida ó para atras por querer explotarlo. Menos mal que parece mas lo segundo. Y que siga así. Gracias por comentar y un abrazo amigo.
EliminarHola, Carlos:
ResponderEliminarSi me dicen que algunas de estas fotos son de la Luna o de Marte o de Júpiter, me lo creo. Algunas me parecen de película de Ciencia Ficción. Reconozco que me produce un gran alivio o esperanza ver el verde por alguna parte, esos arbustillos o lo que sea que parecen pelotas de peluche verde en las montañas del desierto de ceniza.
Muy interesantes las crónicas de los curas. Me pregunto por qué todos son curas y desde dónde vieron todo lo que cuentan, dónde estaban mientras observaban emerger montañas de lava ardiendo.
Ojalá nos tomemos en serio el cuidado del planeta, las zonas verdes que tenemos, el agua clara, los animales de cada zona. Ya sé que lo ocurrido en Timanfaya es natural, pero me ha llevado a esta idea de cuidado del medio ambiente, por si un día nos lo cargamos y todo acaba pareciéndose a un desierto desolado.
Como siempre, las fotos son geniales, con un color impresionante.
Feliz fin de semana. Abrazos.
Buenas noches Celeste, y a vueltas con nuevas fotos del fin de semana. Si este gran parque natural es uno de nuestros tesoros mas valiosos. Lástima que el turismo solo mira y corra a otro viaje. Las ciudades reconozco que tienen su encanto, pero quisiera creer que la naturaleza ocupa un lugar mas importante como la madre que nos ha mantenido millones de años. Casi todo pasa, pero cada vez que la naturaleza estornuda, la especie humana debe temblar por ser de las mas débiles.
EliminarY si esto no se entiende, terminaremos buscando fotos de otros planetas para soñar con marchar de este algún día.
Muchas gracias por visitarme y comentar. Un beso grande.
Aquí estoy, tratando de encontrar 'tu engaño' de fotografía de la Luna. Miro "p'arriba y miro p'abajo" y nada. Nada, nada. Bueno, excelente reportaje fotográfico de un lugar que no conozco..... y benditos dromedarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Viajero, buenas noches. Pues la verdad es que sería de lo mas sencillo hacer pequeñas manipulaciones y pasar las fotos como de hechas por la Nasa. Pero no, Lo verde, los camellos y el turismo dicen la verdad. Gracias por comentar, un abrazo.
EliminarSupongo, Carlos, que si no fuera porque, aunque no nos les muestras, estará lleno de turistas, estar ahí sería como sentirse en la más absoluta soledad. Lo imagino sin vida, sin cantos de pájaros, un silencio que encoge el alma. Es como vivir en la nada... menos mal que la vida se abre camino esporádicamente para iluminar un paisaje tan desolado.
ResponderEliminarComo todas tus entradas, muy bien las fotos, muy bien el texto acomañándolas y muy bien tu percepción personal que nos hace siempre reflexionar.
Un abrazo.
Hola Estrella, por supuesto que hay demasiados turistaas, pero el silencio, tienes razón que impresiona a pesar de no estar tan solo como parece. Y curiosamente este ilencio, manifestado por una disminución en el nivel de voz de los visitantes, ya aparece cuando el autocar empieza a rodar por el malpaís donde reina la roca volcánica negra y ni una brizna de hierba ni vicho viviente. Ni pájaos. En el autobús solo se escucha al guía pero luego durante kilómetros se hace un silencio solo roto por exclamaciones de admiración de ese navegar por otro planeta.
EliminarSi, el silencio impone. Salvo en los típicos insensibles que se creen en un parque temático artificial, la mayoría....se impresionan. Luego hacer fotos del silencio y la soledad es mas dificil. Gracias por comentar y un beso amiga.
Me ha encantado. Soy una amante de la geología, para mí no hay seres inertes porque las rocas están continuamente transformándose; los líquenes y esas pequeñas plantas que van apareciendo...es el milagro de la vida. Por supuesto que los estudiantes deben ver ésto y yo que estoy algo lejos del Timanfaya te pido permiso para poner el enlace en mi blog Lakoiné para que mis alumnos puedan ver esta belleza. Un abrazo.
ResponderEliminarMrtcedes, me sorprende que tengas otro sitio para "piedras" jajaja. Por supuesto que me encanta que me enlaces. Y ojala sirva para abrir los ojos a otras gentes al estudio de esta joya de parque natural que es Timanfaya y todo Lanzarote.
EliminarPersonalmente me quedé con ganas de acceder a esos sitios resevados a geólogos y otros científicos donde realmente se disfruta apreniendo. Y esta zona es una enciclopedia. No digamos si encima nos acompañamos de algo tan útil como una lupa, que además de servir para aumentar la simple vista, sirve para poniendola delante del objetivo de la cámara mas sencilla, hacer fotos de cierto aumento aún sin llegar al macro. A la vez que aprovechar la luz tan limpia de las islas para sacar el color real de cada mineral, y si se tiene tripode, hasta la textura mas delicada. Que aproveche este tesoro de nuestro país y por una vez dejar de hacer el turista y disfrutad aprendiendo.
Gracias amiga. Un beso
No es solo de piedras. Es el blog que uso en mi trabajo. Aquí te pongo los enlaces donde he colocado el tuyo de este post: http://mmhumanes.blogspot.com.es/2013/09/g-el-relieve-espanol.htmlhttp://mmhumanes.blogspot.com.es/2013/09/g-las-grandes-unidades-del-relieve.html
EliminarUn beso.
Hola Mercedes, por supuesto que por eso entrecomillé lo de piedras. Vi la web y está perfecta para precisamente lo que está hecha; mantener el contacto con el alumnado y usar las tecnologás como ya debería ser lo habitual. Me ha gustado mucho. Un beso
EliminarA mí la isla de Lanzarote me tiene cautivada. Esa fuerza vital que ruje en sus entrañas me llena de energía y de relax. Sus colores tan vivos, tan puros y de contrastes me emocionan. Ya antes de conocerla me atraía como pocos lugares en el mundo y, cuando la visité por primera vez, hará unos veinte años, me pareció el paraíso; por entonces una sola carretera atravesaba la isla de Norte a Sur y muchas de las construcciones urbanísticas que rodean su litoral no existían. Qué puedo decir del Timanfaya, poca cosa…. Mirar y sorprenderme ante tanta belleza.
ResponderEliminarImpresionantes tus imágenes, Carlos!!!! Casi me veo allí, al lado de uno de esos cráteres.
ResponderEliminarBuenos dias Gloria, efectivamente hay algo en el subconsciente atávico que nos emociona ante ciertos poderes de la naturaleza. En 20 años ha debido cambiar evidentemente, pero la impronta de César Manrique ha hecho que envejezca muy bién para beneficio de todos. De los isleños que tienen belleza y armonía todo el año, y de los que tenemos la suerte de visitarlos.
EliminarCreo que volveré a publicar fotos de esta tierra única y poderosa. A ver si vuelves a honrarme con tus comentarios. Muchas gracia y un beso
Hola Carlos: Ayer en un programa de cocina en televisión, los concursantes tenían que hacer una barbacoa. El calor y el humo hizo exlcamar a uno de los concursantes que aquello era un "espectáculo dantesco". Mi pregunta es: ¿qué hubiera dicho, cómo hubiera descrito si hubiera estado en 1730 en o cerca de Yaiza?
ResponderEliminarSaludos!
Buenas tardes Emilio, hay gente que usa lo que oye sin saber ni lo que dice. Dantesco podría ser para la sardina ó la salchicha que se asa, pero para el que se la va a zampar jajajajaja. Esto si que me recuerda mas al turista escrupuloso que en un parque natural de la envergadura de este se queje de ver algún bicho en el hotel. En fin, gracias por comentar y un abrazo amigo.
ResponderEliminarAnte todo, fantásticas fotografías como siempre . Hace ya algunos años participe en una prueba deportiva en Marruecos entre el Sahara y el Atlas al ver el inmenso " mar " de arena quede impresionado pero cuando regrese y nada mas cruzar el estrecho me dije a mi mismo que nunca mas regresaría . Creo recordar que en una ocasión le dije que prefería las grandes ciudades que he visitado Paris , Londres , Oslo, Madrid , Nueva York , Budapest etc etc pero que quede claro que solo como turista , lo de la naturaleza esta muy bien pero no es lo mío . Un cordial saludo
ResponderEliminarMuy buenos días Galanygarciah, me alegro sobremanera de lo claro que tienes el concepto de naturaleza, turismo, lo urbano etc. No hay peor cosa a la vista, qu ese turista urbano trasladado al campo creyendose en un parque temático de plastico para niños.
EliminarSiempre he dicho que lo que mejor le sienta a la naturaleza es que ni sepan donde está, porque ella sola se cuida mejor sola que mal acompañada.
Ver por este malpais a la gente con chanclas ó tacones matandose con la escoria, es como en las discotecas caminar con botas amarillas de campo y la bermuda.
Gracias por el comentario y un abrazo.
Hale! Aqui estoy hurgando en las entranas de mi fotografo favorito...Y me encuentro con Timanfaya. Me acuerdo de la profunda impresion que me causo la lava, la terrible fuerza de la Naturaleza-Tierra que yo no conocia en aquella epoca.
ResponderEliminarY nos creemos tan importantes! Nos sentimos dominadores del universo! Y viene un erupto de la MADRE TIERRA y nos borra del mapa en un instante...
Me su merjo en tus imagenes, siento la fuerza, el calor, el magma.
La VIDA continua.
Besos
Hola Igoa, que sorpresa verte surgir de la lava como una nube de vapor tenue y definida que nos recuerda que no somos ni pavesas ante ese erupto de la tierra. No somos nada realmente.
ResponderEliminarMe alegro del reencuentro en la tremenda soledad de esa nada impresionante y grandiosa. Muchísimas gracias por la visita y un beso grande para sertir la vida.