los montan y utilizan para repartir regalos, aunque estos casi nunca son,,,,caballos.
Este me recuerda a un "granjero buscando esposa", casualmente en la puerta de la mejor discoteca de la playa de Benidorm-KM . De noche seguro que hubiera triunfado, pero de día...la suerte de tener buena luz me ha venido muy bien a mi. A el, no se....
Lo que es verdad es que sin comerlo ni beberlo, de repente un día playero de pleno verano la zona se llene de jinetes y amazonas, y montando auténticos bellezones de raza supongo que española ó árabe que viene a ser lo mismo.
La suerte mia fue estar alli y con mi cámara. Un lujazo. Un regalo para la vista que unas noches antes de reyes quiero compartir con los visitantes y amigos del blog, que se sientan con ilusión de niños en Navidad.
La estampa de cualquiera de ellos serviría para cumplir cualquier sueño, creo yo, porque no he visto ninguno que no me guste, y que no quisiera tener.
Dociles, inteligentes, equilibrados los que los cuidan y seleccionan las razas son los artifices en parte de esta selección. Y claro, sombreros andaluces y claveles en el pelo apuntan al sur. Como esta playa donde están, que mira al sur.
La verdad es que debería callarme por no entender de caballos y dejar hablar las imágenes. Porque el tener una foto en el avatar y ahora mostrar estas, no me confiere conocimientos para hablar mucho.
Es mas, ni siquiera el ser de pueblo y haber vivido en el medio rural me da ninguna autoridad. Estos bellisimos animales son la creme de la creme, la nobleza y el tronío.
En los pueblos el que se prefiere para trabajar es al pobre burro, ó a su descendiente esteril pero utilísimo, la mula. Algún borriquillo puede que se utilice entre pastores ó algún menester de poca enjundia, pero las mulas casi han desaparecido sustituidas por el tractor, y otras máquinas,
Mirad como participan de la conversación estos cuatro, que parece que haya mas entendimiento entre unos y otras que lo que sería deseable en estamentos mas altos.
Si hablaran-y les falta poco-dirían que el conocimiento de la humanidad pasa por conocer la vida y evolución de estas variedades de caballerias citadas y sus variantes.
Aqui si que me quedo mudo. Una sonsisa divina desde lo alto de esa masa muscular y potente sobrecoge. ¿O no?. Y el caballo ó la yegua lo sabe. Y eso que la fusta casi ni se ve ni se nota. Y es que ese poderio ó se tiene ó no.
Alguna si que conozco con algún hueso de menos ó magullado por la doma, pero al final se imponen siempre. Da igual que peinen la montura como la Barbi trencitas, porque desde luego si está arriba es porque se ha ganado el puesto.
Se dice que en cualquier composición siempre dice mas lo humano, así es que en esta donde la caballista es guapísima....nole des mas vueltas. El caballo "pierde".
Cuando cae la noche este sitio se llena de gente joven y guapa que se divierte a su manera, así es que ahora aprovechamos esta otra pasarela para admirar la belleza y el ritmo. Precioso. Y una doma estupenda.
Y este plató se cierra con el motivo principal que los ha traido hasta aqui. La carreta con la imagen de la Virgen del Rocio. Tirada esta vez por los currantes del mundo caballar, como siempre.
Y de las calles y playas, a las plazas. De toros, pero donde esta vez la admiración la provoca el espectaculo ecuestre de ejercicios de doma profesional. Hombres y mujeres demostrando lo que son capaces de hacer sus caballerías. El milagro es conseguir la abediencia ciega en su instructor.
Hay momentos como en esta instantanea donde no se sabe quién imita a quién. Será aquello de que los animales terminan pareciendose a sus dueños.
Cuando en nuestro mundo ya no es fácil cazar a estos animales en libertad, lo mas parecido es en momentos así donde la postura y actitud de la yegua dan impresión de saltar libremente y medirse con su domador.
O esta preciosidad simulando trotar prcediendo a un congenere libremente si no fuera por el cordel que la une con la mano que la guía.
Es solo una ilusión, como pensar que alguna vez podremos ser uno de esos ginetes. Lo imaginamos libre como si en libertad fuera a tener la vida de cuidados y mimos que llevan ahora. También trabajo, claro.
¿Cual quieres?, solo uno no lleva jinete, y tan listo que hace lo mismo que lo otros.
El de enmedio no lleva amazona. Pero quizás esté mas trabajado que los otros. Lo que si demuestra es que es mas domable. O mas obediente.
Como uno que tuve yo. De pequeño. De verdad.
Me lo recuerda este por el color, quiero decir que sin ser idéntico con aquel tampoco se ponían de acuerdo con el color, y le decían de todo. Menos marrón, que era lo que yo decía. Que si canela, que si pimienta, que si sal....eso si brillaba como un espejo porque no tenía pelo.
Yo lo quería blanco, pero pedir "blanco" entre niños era como de niñas. Casi tanto como decir rosa hoy. Así es que fué de aquel color, pero muy grande.
Tanto que me tenían que subir y meter muy bién los piés en los estribos, porque con aquel barniz resbaloso me podía matar si me caía desde mi posición de "rey de la casa"
Así nos decían a los niños entonces y tengo la foto real. Yo subido y peripuesto con mi babero del cole y mi chupete colgando como correspondía a mi estatus. Y la imagen impresiona porque está hecha desde abajo, y entre la altura del caballo y que iba montado en una tabla de madera con ruedas de madera, que pronto dejaron de hacer su función...
Las ruedas dejaron de rodar y lo poco que lo disfruté tenía que ser con ayuda de un adulto, que como ahora, no siempre podían....dicen. Lo que pasa es que todo el caballo pesaba y al no funcionar las ruedas, jugar era limitado, aunque yo soñaría, como ahora viendo estos.
Pero entonces nevaba. Todos los inviernos pasabamos días sin cole a cuenta de las nevadas y el hielo posterior. Y si estas vacaciones coincidían con la Navidad, era lo mejor del mundo.
Y mi caballo era tan bueno y obediente que al despedirme, me lo imaginaba igual cuando volviera a jugar. Y así era, pero de puro bueno con la primera nevada no supo guarecerse y le cayó toda encima, De manera que al volver a buscarlo cuando empezó el deshielo....
Estaba hecho un higo el pobre. Tan grande como era la tabla que le servía de base pero un higo enorme e indescriptible.
Se me fué al cielo de los animales, me dijeron. Voló. Como en la foto, pero mas chuli.
En los cuentos de Navidad ponen un final mas de llorar y se pasan la tontería de unos a otros por el movil para que todos lloren. Pero entonces sabíamos que los niños no lloraban, con lo que tenímos que ser mas fuertes, y además nos enterábamos de mas cosas.
Por ejemplo; que mi amigo era de cartón. Barnizado hasta lo psicodélico, pero de cartón. Asi es que en cuanto absorvió la humedad se hinchó, se deformo y se fué al pijo.
Perdón, cielo, que los niños no decían palabrotas.
Y es que los niños somos pequeños pero no tontos. En primer lugar el tacto no era igual que el del perro que teníamos, y en el pueblo todo el mundo sabía como era un caballo de verdad y hasta como olía y se expresaba.
También sabíamos que los caballos no vuelan. Luego empezó el Walt Disney a ponerles alas a todos y a confundir y se pasó tres pueblos humanizando bichos y cosas.
Espero que hayais pasado el rato como crios, y os traigan salud a todos, que es lo importante. Lo que hay en las tiendas, al final es solo....cartón.
Nunca apreciaremos bastante al caballo, su nobleza, fuerza y elegancia. Y tú has conseguido expresarte y que él se exprese.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Buenos días a migo Alfonso y me alegro de verte entrar de nuevo en mi blog de los primeros del año nuevo. El caballo creo que es el animal mas unido a la historia de la humanidad junto al perro, y ya tocaba aparecer por aquí. Espero que los de los Reyes vengan cargados de necesidades reales mas que de regalitos de bazar. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminar¡Oleeeee!Qué preciosas fotos, Carlos. Estas me han conquistado. Gracias, eres un gran fotógrafo y mejor persona, jeje. ¡FELIZ AÑO!
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos dias Maria, como sabía que verías to el arte de esas maravillas de la naturaleza, ayudada por la selección de personas sensibles y amantes de los animales.
EliminarY eso que ojo; me faltan las de la feria de Sevilla porque cuando fuí me llovió como para desbordar el Guadalquivir. Y las de Jerez de la Frontera, donde no dejan grabar de ninguna manera su famosa exhibición ecuestre. Aquello si que es para tocar el cielo, aunque aquí el subidón también es importante. Gracias por comentar y un beso grande a caballo.
Te encuentro, querido amigo Carlos! Y esta va de caballo, con lo que me gustan!
ResponderEliminarYo vi hace unos anos, en Jerez, unos caballos blancos que parecian sacados de los suenos.
Que crines plateadas! Y con que elegancia se movian!
Gracias por este rato maravilloso y SUERTE PARA ESTE ANO NUEVO
BESOS
Hola Igoa, a mi si que me encanta verte siempre, y feliz mas. Si, yo también sentí eso en Jerez de la frontera, pero me sentó tan mal que no se avise antes de que no se pueden hacer fotos que ni me molesté en intentarlo.
EliminarUn espectaculo como ese, lo deberían avisar antes, no en el momento en que sacas las entradas y vas cargando con toda la artillería fotográfica. Que luego ver a esas estrellas hacer el trabajo sin sacar la máquina es muy muy frustrante.
Si por lo menos alguien alguna vez explicara las razones...podrían entenderse, pero de repente, que en la fila de entrada te digan que no se pueden hacer fotos de ninguna manera, jode. Así es, que peor para ellos. Porque siempre hay ocasiones como estas donde es posible admirar y gratis a las y los artistas de cuatro patas. Feliz noche de Reyes auque los caballos no vuelen. Un besazo
Hola Carlos: Como Mahoma no va a la montaña...
ResponderEliminarTe escribo desde Andalucía. Me encantan los caballos y no hace falta ser un experto para sentir lo que nos quieres trasmitir con tus fotos y comentarios.
Ahora bien, yo asocio caballos y señoritos y repito: me gustan los caballos...pero no los señoritos.
Puedo ser más explícito, pero a buen entendedor...
Un abrazo y... a ver si la montaña viene de vez en cuando... :) :) :)
Buenos días Emilio y gracias por recordarme lo de las montañas, porque me pierdo tanto por las de Ubeda, que parezco ya andalúz también. Tienes toda la razón.
EliminarY del tema señoritos te dire que en una fería de Sevilla de hace años cuando cayó la del pulpo, como no podía sacar la cámara por no ser submarina, no pude hacer fotos a penas.
Pero si observé claro, y aunque no lo pude plasmar en imágenes si que vi detalles y actitudes un tanto chocantes de esto que dices.
Y molesta, ó por lo menos choca a los forasteros. Para decirlo en fotos necesitaría mas tiempo. Demasiado señoriteo si. Aunque eso si, no todo es lo que parece. Y desde luego esteticamente es una maravilla. Muchas gracias por el recordatorio y el comentario y un fuerte abrazo.
Te has pasao! Me refiero al número de comentarios en mi blog. Tampoco pedía yo...
EliminarEn cuanto a tu comentario, te diré que esa falta de tiempo tiene solución: ve haciendo un hueco en tu agenda para el mes de abril dedicarle al asunto todo el tiempo que requiere. Me gustará ver y leer tu reportaje.
Sin que sirva de precedente te voy a contar una pequeña anécdota: He nacido y me he criado en una pequeña capital de provincias y mi contacto con el mundo rural ha sido más bien escaso. Uno de los primeros días que empecé a trabajar (en un pueblo de unos 10.000 habitantes), los compis fuimos a tomarnos unas cervezas en el bar que había justo enfrente del trabajo. Cuando estaba dando los primeros sorbos, veo aproximarse con toda parsimonia a un señor(ito) montado a caballo. Se acercó silencioso a nuestro grupo (estábamos en la puerta del bar) y detuvo su jumento justo a nuestro lado. Alguien del grupo le tendió la mano para saludarle y le preguntó si quería tomar algo. Le pidieron una copita de manzanilla bien fresquita y él, como la cosa más natural del mundo, se la tomó así, montado en su caballo y mirándonos displicentemente desde las alturas, sin mediar palabra...
Exactamente a eso mismo me refería amigo Emilio.
EliminarY buenas noches de nuevo. No no me he pasado, me he paseado y con mucho gusto. Al Facebook me asomo poco y a los blogs ni eso, y lo siento mas todaía.
Pero volviendo al señorito, esa escena es muy repetida en la Feria y a los forasteros nos choca bastante. Lo de caballero, no creo que tenga que ver a veces con ir a caballo.
La situación mas grave fué que un señor servicial se sintió ofendido y saco una navaja que a punto estuvo de terminar clavada en el caballo del señorito.
Por esto te decía que lo entiendo. Mejor dicho, no lo entiendo.
Y eso que me la pasé muy bien disfrutando de todo entrando y saliendo y participando como uno mas. Quiero decir desmintiendo aquello de que si no conoces a nadie no disfrutas igual. Pues no, yo si. Salvo el señoriteo lo demas, sin problemas. Si no entras a un sitio entras a otro. Si cabes y si sabes. Un abrazo
Un estupendo regalo de Reyes, aunque a mí me haya llegado con retraso... Espectacula la estampa de esos caballos, me encantan todos y cada uno de ellos. Las fotos, además, tienen una luz increíble, lo que no es difícil viniendo de ti, aunque parece que se ven nubes de fondo.
ResponderEliminarTu caballo de cartón... ¿dónde está esa foto? seguro que es digna de ver. Nunca tuve uno ni ninguno de mis primos tampoco, así que solo los vi en las tiendas y en fotos. ¡Pobrecillo! le dejaste a la intemperie y le venció la nieve.
Un besazo y a bailar.
¿Que tal Estrella? buenos días. Existe la foto con mi caballo pero está casi imposible de recuperar, y lo mismo que la humedad se cargó al caballo, otra humedad con hongos se zampó la foto. Hay hongos que aman la fotografía y se dan en almacenajes en malas condiciones pero ricas para ellos. Los hay de muchas clases y de diferentes épocas de la fotografía, pero el resultado es el mismo; se alimentan y se comen todo después de darles un tinte mas ó menos agresivo. Algún día intentaré salvar algo. Gracias por tu interés, u beso grande.
Eliminar¿Qué tal, Carlos? Bonito reportaje nos traes. He disfrutado mucho con ese texto que me ha llevado, con su suave trotecillo, a los recuerdos de la infancia y al caballo de cartón que yo también tuve y del que no me acordaba para nada. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarBuenos días Miguel, aquí añorando esos días soleados donde se exhiben caballos,contra estos nublados y con amenazas de fríos polares y alertas de colorines por temporales. La diferencia es de aupa.
ResponderEliminarComo aquellos reyes emotivos y peofundos del regalo que ahora solo queda de milagro en foto al fondo de la "caja de cartón". Mi pobre caballo se quedó sin cabeza hasta en la foto y por esa mutilación grave ni lo enseño. Prefiero las cosas vivas y coleando. Gracias por el comentario y un abrazo amigo.
Sin desmerecer al elenco de caballos (menudo reportaje te has montado!!), hay jinetes (femeninos) de auuuupa!!.
ResponderEliminarBuenas tardes Blas viajero. Efectivamente, una exceente conquista de otro espacio masculino mas histórico, que se agradece mas esteticamente. Domadoras, deportistas, olímpicas, taurinas...hasta el vestido mas sencillo se realza y luce mas que el corto traje corto del hombre. Ganan ellas. Un fuerte abrazo y gracias por comentar.
ResponderEliminarHola, Carlos:
ResponderEliminarGanas tenía de sentarme a ver las fotos y los blogs. Ni tan siquiera escribía en el mío, desde noviembre. Cómo pasa el tiempo,ya estamos en 2017.
Tus fotos llenas de luz y calor contrastan con el tiempo que tenemos, qué frío. Lo llaman ola de frío, pero siempre se llamó "invierno". Es un placer ver al público de las fotos en ropa de verano.
Bonita tu historia del caballo de cartón. Me gustan mucho los caballos para los niñ@s, de cartón, de plástico, de madera, de trapo.
He leído lo que estáis comentado Emilio y tú sobre los señoritos. Qué engreídos, mal educados y antipáticos. En pleno siglo XXI y siguen "enseñoritándose". Se ve que no limpian la mierda de sus caballos o lo mismo se piensan que no tienen culo.
No sé yo si estos "señoritos" son los mismos que nos suben la luz en plena ola de frío para que se nos hielen los mocos. Qué hartazgo de señoritos, mejor quedarse con los caballos, son más bonitos y seguro que y tienen mejor corazón.
Abrazos.
Feliz Año.
Buenos días amiga Celeste, ya he visto tu ausencia y espero que sea voluntaria, que siempre viene bien desconectar y ordenar armarios.
EliminarPues si, lo mío con los caballos es como con el mar y otras cosas que uno ansia mas cuanto mas lejos de ellas ha estado. Y admiro a sus cuidadores en cualquier especialidad que se dedican a ellos. En cualquier parte del mundo han formado parte importante en los que han llegado mas lejos en desarrollo, por algo será. Y me entristece que en los circos puedan desaparecer, mientras en otros sitios que hacen lo mismo se les mime tanto. ¿Será que tambien en esto hay clases.
Los señoritos son solo un adorno. Son los que pagan y en eso mandan, pero el animal es el que elije con quién se va de paseo. Y me gustan los salvajes. Esos gallegos ó islandeses que se crian libres hasta que alguien les susurra que son necesarios para otras cosas y se quedan a servir por amor al arte.
Me alegro de que hayas disfrutado con estas imagenes del viento en cuatro patas. Muchas gracias por volver y un beso grande.